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CONMEMORACIONES, PATRIMONIOS Y AFRODESCENDENCIA EN ARGENTINA EN CLAVE LOCAL

POLICIES OF TIME: COMMEMORATIONS AND AFRODESCENDANTS IN ARGENTINA IN LOCAL KEY

Resumen

La idea de nación - y nacionalismo - ha sido largamente discutida. Algunas propuestas coinciden en destacar que esta noción es históricamente cambiante y conflictiva. En este marco, su construcción y reactualización precisa de dispositivos que determinen qué elementos (materiales y simbólicos) y sujetos se incluyen en esta noción. En este sentido podemos entender a las celebraciones y conmemoraciones como tales dispositivos que nos posibilitan indagar en las nociones que se visibilizan y reproducen sobre un país. En Argentina durante el año 2010 se celebró el Bicentenario de la Revolución de Mayo. Una serie de políticas públicas y fondos fueron destinadas para dicho fin a escala nacional, mientras otras emergieron desde los estados provinciales y municipales. En este contexto, nos interesa analizar qué tipos de acciones, eventos, se organizaron en esas otras escalas, qué elementos, narrativas, se configuraron para articular lo local con lo nacional y cómo se reproduce la noción de una Argentina “blanca y europea” a pesar de las nuevas lecturas que buscan tensionar desde diferentes espacios y actores. Para ello, proponemos como estudio de caso el partido de Exaltación de la Cruz (provincia de Buenos Aires), a partir de examinar los eventos efectuados en su ciudad cabecera que en la década de 1990 su centro histórico fue reconocido como patrimonio nacional.

Palabras clave :
Conmemoraciones; Patrimonio cultural; afrodesecendientes

Abstract

The idea of nation -and nationalism- has been long discussed. Some authors coincide in emphasizing that the notion of nation is historically changing and conflictive. In this framework, the construction and updating of the idea of nation requires devices that determine which elements (material and symbolic), as well as subjects are included in it. In this sense, we can understand celebrations and commemorations as such devices that allow us to investigate the construction of nation and how it is reproduced and who is included. In Argentina during the year 2010 the bicentennial of the May revolution was celebrated. A series of public policies and funds were allocated for this purpose on a national scale while others emerged from the provincial and municipal states. In this context, we are interested in analyzing what types of actions and events were organized at these other scales and what elements and narratives were configured to articulate the local with the national and how it is reproduced and in what terms the notion of a “white and European” nation despite the new readings that from different spaces and actors seek to stress. To do this, we propose as a case study the Exaltación de la Cruz district (Buenos Aires province), based on examining the events that took place in its main city that in the 1990s its historic center was recognized as national Heritage.

Keywords:
Conmemorations; Cultural Heritage; Afrodescendants

Introducción

Las elites gobernantes tienden a promover políticas y dispositivos que construyen la identidad nacional de sus territorios como algo fijo, homogéneo y naturalmente dado, omitiendo que ella forma parte de una construcción social e histórica5 5 Alonso, 1988; Gellner, 2001. . Esto lleva a que se generen procesos de invisibilización, olvidos y omisiones de ciertos sujetos. Sin embargo, estos procesos no se constituyen como un producto acabado6 6 Trouillot, 2017. . Por el contrario, se trata de un fenómeno dinámico de exclusión-inclusión que puede ser disputado por los propios sujetos marginados quienes también elaboran estrategias de reconocimiento o visibilización7 7 Geler, 2010; Monkevicius, 2012. .

Desde diferentes proyectos nacionales identitarios en Argentina perduran ciertas nociones dentro de la construcción de la comunidad imaginada de ese país, por una parte, la figura del gaucho como arquetipo que nuclea lo nacional y como refugio de lo tradicional-criollo y, por otra, la de una nación “blanca y europea”. Esto lo podemos constatar, en primer lugar, con la cantidad de celebraciones (locales, provinciales y nacionales) que giran en torno a conmemorar la figura casi unívoca del gaucho, cuando existen muchas diversidades -incluso sexogenéricas. En segundo lugar, recordamos que los últimos dos presidentes de Argentina, con ideologías políticas casi contrapuestas -Mauricio Macri en 2018 y Alberto Fernández en 20218 8 Cf. https://www.perfil.com/noticias/politica/polemica-alberto-fernandez-frase-argentinos-venimos-de-los-barcos-mexicanos-indios.phtml -, reprodujeron una frase que obstaculiza el reconocimiento de una población social y culturalmente diversa como es Argentina. Ambos, en eventos diferentes, señalaron que “los argentinos venimos de los barcos” haciendo alusión a la ascendencia europea como si todos/as sus habitantes tuviéramos el mismo origen, volviendo a desconocer con esas palabras la preexistencia de los pueblos originarios indígenas y de las poblaciones africanas y afrodescendientes.

A pesar de que altos mandatarios continúan reproduciendo frases estereotipantes de la sociedad argentina, encontramos otro panorama desde el ámbito académico y social. En este sentido, cabe destacar aquellos movimientos y grupos de investigación que, a partir de la organización de eventos, investigaciones, entre otras acciones, buscan desmitificar la noción de Argentina “blanca y europea”. Solo por mencionar algunos ejemplos, hay grupos muy activos -Comisión 8, Casa África Argentina, muchos de ellos en la plataforma Instagram (#mesaafrocordoba, #afropampa, #afrochaqueños, #redfederalafroargentina, #casadeafrica.arg) o publicaciones recientes, como Una historia de la emancipación negra. Esclavitud y abolición en la Argentina, de Magdalena Candioti (2021), Escondidas a plena vista. Las mujeres negras, la ley y la construcción de una República Argentina Blanca, de Erika Denise Edwards (2023), o Estereotipos en negro. Representaciones y autorrepresentaciones visuales de afroporteños en el siglo XIX, de María de Lourdes Ghidoli (2016). También hay el grupo de estudios afro como el GEALA (Grupo de Estudios AfroLatinoamericanos) o la cátedra libre de Estudios Afroargentinos y Afroamericanos en la Universidad Nacional de La Plata, por ejemplo. Por otra parte, en las fiestas mayas, evento conmemorativo relevante de Argentina en el cual se activan sentimientos nacionalistas, hace varios años que diferentes movimientos afrodescendientes, medios, organismos y publicaciones están reivindicando a la figura de la Capitana María Remedios del Valle (1766-1847), quien formó parte del ejército que lideraba el Gral. Belgrano9 9 Brión, 2016. En 2022 se inauguró un monumento en su homenaje el 8 de noviembre, fecha que es reconocida como Día Nacional de las y los Afroargentinos y de la Cultura Afro, ubicada en la plazoleta Alfonso Castelao en Bernardo de Irigoyen y Estados Unidos, en la ciudad de Buenos Aires. Cf. https://www.argentina.gob.ar/noticias/un-monumento-para-maria-remedios-del-valle. .

Existen diversas investigaciones que indagan cómo se construyen -o se invisibilizan- las otredades como parte de la identidad nacional de Argentina a partir de las conmemoraciones, como los Centenarios y Bicentenarios, en donde la ciudad de Buenos Aires se presenta como la sede central de los festejos10 10 Solo por nombrar algunos ejemplos: Citro, 2017; Pagano; Rodríguez, 2014; Tourres; Enrique, 2015. . Es por ello que nos interesa analizar cómo ciertas conmemoraciones se organizan en el ámbito local y qué sujetos se incluyen - y de qué manera son representados - como pertenecientes a la comunidad imaginada nacional, pero en clave local. Para ello, proponemos como caso de estudio el partido de Exaltación de la Cruz, provincia de Buenos Aires. En primer lugar, esta provincia, especialmente desde las políticas patrimoniales y turísticas, enfatiza el aporte de los gauchos y los inmigrantes a su matriz identitaria11 11 Pérez Winter; Troncoso, 2019; Pérez Winter; Enrique; Amondaray, 2019; Ratier, 2018. , invisibilizando el hecho de que la población afro y afro mestiza ha desempeñado un rol fundamental en la campaña bonaerense12 12 Goldberg, 2012. y desconociendo su continuidad actual. En segundo lugar, Capilla del Señor (municipio de Exaltación de la Cruz) y su centro histórico ha sido reconocido como patrimonio nacional. Ante lo expuesto, consideramos que es un caso interesante para explorar los temas planteados, haciendo un recorte entre 1994, año en que se logró el reconocimiento nacional, hasta 2014 cuando se celebró los veinte años de la declaratoria. Así, el objetivo de este trabajo es identificar y analizar cómo son -o no- representadas las comunidades afro de Capilla del Señor a partir de una serie de conmemoraciones y patrimonios.

Este artículo se encuentra estructurado de la siguiente forma: primero, presentamos los lineamientos conceptuales que guían el análisis y discusión del caso. Segundo, introducimos algunas informaciones relativas a las celebraciones del Centenario y Bicentenario de 1810. Todo ello será recuperado para, tercero, contextualizar, describir y discutir el caso propuesto. Por último, expresamos una serie de reflexiones.

Patrimonio y conmemoraciones en la activación de comunidades imaginadas

Como señalaba Anderson13 13 Anderson, 2011. , la nación es un artefacto cultural construido por un determinado sector, que a partir de ciertos dispositivos configuran la noción de una comunidad política imaginada y limitada. En este marco, podemos señalar a los patrimonios y a las conmemoraciones como ejemplos de dispositivos que contribuyen en configurar, consolidar y reactualizar esta noción de comunidad imaginada. Así, consideramos que tanto los patrimonios como las conmemoraciones son productos de procesos de construcción social en los cuales participan ciertos actores, algunos con mayor poder y recursos para seleccionar, legitimar, imponer y negociar qué y quiénes recordar -y de qué manera14 14 García Canclini, 1999; Pérez Winter, 2020; Pagano; Rodríguez, 2014. -, contribuyendo a crear representaciones sobre lo nacional/local. Mediante la patrimonialización, oficial o la activación, se construyen colectivamente los patrimonios, siendo el saber experto un mediador influyente. Mientras que las conmemoraciones se las pueden identificar como producciones que suelen celebrar acontecimientos lejanos con ojos presentes, pero también pueden estar imaginando un futuro15 15 Trouillot, op.cit. . Asimismo, son una forma de activar el patrimonio, y ambos evocan pasados, memorias, identidades mediante las lógicas de inclusión/exclusión, visibilización/invisibilización avalados por la conformación y divulgación de discursos autorizados16 16 Cruces, 1998; Curtoni; Chaparro, 2007; Smith, 2011. .

En este marco, nos interesa focalizar en estas lógicas de selección. De este modo, Trouillot17 17 Trouillot, op.cit. plantea que los silenciamientos son producciones activas, direccionadas, que se presentan en diferentes momentos: en la creación del hecho (fuentes); cuando esos hechos son ensamblados (archivos); cuando se recuperan esos hechos (narraciones); y cuando se le asigna una importancia retrospectiva (la composición histórica). A estas producciones de silencios también podríamos agregar otros momentos, las conmemoraciones y la conformación y resignificación de patrimonios. Según el autor, el silenciamiento es un proceso en el que se conjugan y mezclan diferentes estrategias de ocultamiento a lo largo del tiempo. El aporte del antropólogo haitiano nos permite comprender que las ausencias y presencias, ya sean materiales o narrativas, no son neutrales ni meras omisiones, sino fruto de fenómeno transitivo que demanda un compromiso activo por parte de los actores intervinientes. Sin embargo, el ocultamiento visto de esta manera nunca es total en la medida en que la visibilidad puede presentarse dentro del propio acto silenciador o bien puede emerger de la disputa de los actores silenciados. Por su parte, Curtoni y Chaparro18 18 Curtoni; Chaparro, op.cit. hacen referencia a dos términos: “invisibilización específica” y “visibilización genérica”, para analizar la invisibilización de los pueblos originarios indígenas, pero también se puede aplicar a otros sujetos como las comunidades afrodescendientes. En el primero se nuclearían mecanismos que promueven el silenciamiento, ocultamiento y hasta negación sobre el “ser” indígena (o afro) en detrimento de las necesidades específicas de las comunidades, sus reclamos, derechos. Ello va acompañado de discursos que los legitiman como sujetos históricos o actuales. El segundo caso, la visibilización genérica, proceso que según los/as autores/as se produce en paralelo, se promueven, desde actores estatales, políticas de reparación, rescate y revalorización de lo “indígena” o en este caso, de lo afro, como pueden ser las políticas patrimoniales. Por su parte, Stuart Hall19 19 Hall, 2017. argumenta que existe una interdependencia entre las ausencias y las presencias situadas dentro de un mismo contexto ideológico. Por ello, lo suprimido, lo silenciado, lo que no se menciona no se haya desvinculado de aquello sobre lo que se construyen representaciones positivas.

Ante lo expuesto, podemos señalar que las activaciones patrimoniales y las conmemoraciones pueden ser definidas como políticas del tiempo. Es decir, el tiempo como una variable que contribuye a dar forma a las relaciones de poder y desigualdad en cuanto a que pueden construir sujetos -alteridades- distantes en el tiempo, negando la coetaneidad con otros/as20 20 Fabian, 2019. o, todo lo contrario. El estudio de cómo se construyen los patrimonios y las conmemoraciones y qué evocan o activan nos permite indagar cómo se construyen y actualizan las comunidades imaginadas de un Estado nación21 21 Rufer, 2010. .

1910: Centenario

El 25 de mayo de 1810 es la fecha que se fijó como un día histórico en el cual la elite porteña acordó expulsar al virrey Cisneros para reemplazar la monarquía por Junta de Gobierno constituida por miembros locales. A su vez, como señala Di Meglio22 22 Di Meglio, 2009. (2009), en 1810 aparece en la escena política de lo que se estaba gestando como Argentina, la plebe o el bajo pueblo en lo que hoy reconocemos como la ciudad de Buenos Aires. Este sector estaba configurado por la población negra, parda, mulata y algunos/as blancos/as (agregados/as, empleados/as, ocupaciones sin clasificación). La participación política de la comunidad afro también se veía reflejada, al menos desde mediados del siglo XIX, en la prensa, mediante una variedad de periódicos afroporteños23 23 Yao, 2004; Cirio, 2021. .

Años después, entre 1860-1880, Argentina pasó por un proceso de consolidación del territorio. Asimismo, a partir de 1880, la elite gobernante impulsó un proceso inmigratorio con el propósito de aumentar la mano de obra para trabajar las tierras (muchas de ellas fueron despojadas violentamente a los pueblos originarios), ingresar y posicionarse en el mercado económico mundial. Así, se esperaba la llegada de europeos provenientes de países sajones y con ideas liberales. Sin embargo, los que arribaron fueron mayoritariamente italianos y españoles, muchos de ellos anarquistas y socialistas. Esto dio lugar a la generación de, por una parte, una emergente clase obrera ideológicamente opuesta a la elite gobernante, y, por otra, a la conformación de un sector que comenzó a posicionarse social y económicamente. En este marco, el proyecto de elite gobernante de instaurar una identidad nacional homogénea “blanca y europea” mediante la conformación de elementos materiales e inmateriales no pareció ser suficiente. Inicialmente, la idea del “crisol de razas” resultaba atractiva para la elite liberal gobernante, en la medida que solo consideraba a determinados inmigrantes europeos, excluyendo a las poblaciones indígenas, de gauchos, negras, mestizas, como sujetos representativos de la “barbarie” 24 24 Svampa, 2010. .

Sin embargo, las colectividades europeas asentadas promovieron celebraciones que expresaban lealtad hacia sus países de origen. Estos hechos provocaron tensión entre la elite liberal y los nuevos sectores que pasaron a componer el país25 25 Bertoni, 1992. . Así, para las celebraciones del Centenario de 1910 (conmemoración de la denominada Revolución de mayo de 1810) se llevaron adelante una serie de acciones con el objetivo de promover “sentimientos nacionalistas” y de aumentar la presencia del Estado nación en el territorio. Cabe señalar que celebrar el Centenario de 1910 es una selección arbitraria de otras fechas posibles como podrían ser el 9 de julio de 1816 con la declaración de la independencia. La elección de conmemorar un hecho en detrimento de otros es consensuada por algunos actores que le otorgan relevancia según sus intereses. Y la repetición e “inflación conmemorativa” le conferirá jerarquía y continuidad26 26 Devoto, 2014. .

Así, entre las estrategias implementadas para promover esos “sentimientos nacionalistas” en el marco del Centenario de 1910 podemos señalar: la reglamentación del uso de símbolos patrios para fechas y eventos significativos; la recuperación de las celebraciones mayas; la creación de instituciones que favorezcan el conocimiento de la historia nacional y su herencia social (museos, monumentos); la construcción de escuelas y la facilitación de su acceso27 27 Bertoni, op. cit. . Además, tal como ocurrió en otros países “occidentales”, donde tuvo lugar el proceso de patrimonialización, en los cuales la elite gobernante inicialmente pretendió acompañar y contribuir en la construcción y legitimación de esa versión de identidad que se estaba gestando28 28 Choay, 2001. . Por ello, fue necesario establecer un sistema burocrático, conformado por instituciones y normativas, dedicado exclusivamente a crear, regular y preservar elementos que devendrían en patrimonio. Varios emergieron y se consolidaron durante la primera mitad del siglo XX. De este modo, algunas instituciones relevantes ya habían sido configuradas durante el siglo XIX, como el Museo Histórico Nacional (1889), inicialmente municipal y nacionalizado en 1891; la Junta de Historia y Numismática (1893) y el Museo de Bellas Artes (1895).

Podemos señalar que en este periodo el gobierno nacional buscó recuperar la idea de “criollo” colocando al gaucho como la figura central y unívoca a pesar de las diferencias que pueden identificarse (estéticas, regionales, etc.) a través de su imagen, convirtiéndose en la figura más representativa del ser nacional. Cabe destacar que la idea de “criollo” fue retomada por los pensadores nacionalistas del siglo XX, a partir del interés de construir un pasado “libre de contaminación cosmopolita”, colocando mayor o menor énfasis en ciertos “legados culturales” asociados a “lo indígena”, “lo rural” o “lo costumbrista”. Para Ricardo Rojas (1874-1938), la esencia de los valores argentinos podía encontrarse en la relación entre lo “indígena” y lo “costumbrista”, puesto que veía en el interior de las provincias, en los ámbitos rurales, la “autenticidad” nacional. Por eso impulsaba el arte de pintores como F. Fader (1882-1935), C. B. de Quiróz (1879-1969) y J. Bermúdez (1883-1926). Rojas plasmó sus ideas en varias publicaciones como la Restauración Nacionalista (1909), Euríndia (1924) y Silabario de la Decoración Americana (1930). A su vez, Leopoldo Lugones (1874-1938) y Juan Bautista Ambrosetti (1865-1917) hallaban esa “autenticidad” en la figura del gaucho, pero también destacaban la herencia indígena y española29 29 De Jong, 2005. .

En este marco, se puede mencionar la encuesta folklórica realizada a nivel nacional durante las décadas de 1920-1930. La misma motivó la creación del Instituto Nacional de Musicología “Carlos Vega”, y que estuvo bajo la dirección del propio musicólogo Carlos Vega (1898-1966). Otra entidad vinculada a estas temáticas fue el Instituto Nacional de la Tradición (1943), actual Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL). Otros espacios relevantes fueron los museos, que, a partir de la exhibición de ciertas piezas y la difusión de determinadas narrativas, pretendieron contribuir, entre otras cosas, a legitimar la figura del gaucho como símbolo icónico. Algunos ejemplos de ello son el Museo Histórico y Colonial de Luján, inaugurado en 1923; y el Parque Criollo y Museo Gauchesco “Ricardo Güiraldes”, creado en 1938. La creación de museos, entre las décadas de 1920-1930, fue impulsada por intelectuales y el gobierno nacional para establecer mecanismos de resguardo de ciertos elementos significativos, a partir de los cuales se conforma y visibiliza un tipo de historia nacional30 30 Blasco, 2011, 2012. . Asimismo, otras políticas específicamente patrimoniales fueron elaboradas durante la primera mitad del siglo XX: a). Se formularon las primeras declaratorias en las que se privilegió visibilizar elementos asociados a ciertas figuras del país convertidas en “próceres”. Se reconoció la casa natal de D. F. Sarmiento (1811-1880) en la ciudad de San Juan, provincia homónima (Ley Nacional 7.062/1910) y, posteriormente, el Templete de la casa natal de San Martín (1778-1850) en Yapeyú, Corrientes (Ley Nacional 9.655/1915); b) Se promulgó una de las primeras leyes nacionales sobre protección del patrimonio nacional (Ley Nacional 9.080 /1913); c) Se priorizó la preservación de edificaciones de “estilo colonial”; d) Se sentaron las bases de las primeras instituciones dedicadas a la gestión patrimonial. Así, en 1919 se creó el Patronato Nacional de Sitios y Monumentos Históricos, que en 1937 se transformó en Superintendencia. No obstante, esa institución pasaría a convertirse, unos años después, en la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos cuya historia se presenta a continuación. Por otra parte, es importante destacar que en 1934, por medio de la Ley 12.103, se creó el Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Preservar los recursos y “bellezas naturales” a través de los Parques Nacionales (PN) era una forma de apropiar, colonizar, domesticar y contribuir a consolidar la soberanía territorial e identidad argentinas, especialmente en zonas de frontera31 31 Fortunato, 2005. . Así, las conmemoraciones fueron acompañadas posteriormente por la institucionalización y patrimonialización de una versión de la historia nacional.

2010: Bicentenario

Para el Bicentenario del 2010, se hizo una celebración importante en la ciudad de Buenos Aires, además de otras actividades y acciones nacionales como la creación de las Casas de la Historia y de la Cultura del Bicentenario en diferentes puntos del país con el apoyo del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, la Secretaría General de la Presidencia de la Nación, la Secretaría de Cultura de la Nación, el Instituto Nacional del Teatro y el Instituto Nacional del Cine y Artes Audiovisuales. Estos espacios se definen como lugares que buscan promover actividades culturales, educativas y recreativas y a la exposición permanente de objetos que den testimonien la historia y los proyectos culturales de las diferentes comunidades del país, entre otras cosas. Y entre los objetivos, se mencionan: crear empleos, capacitar y promover la construcción de “identidades locales” y de inclusión social a través de actividades culturales.

Tal como sostiene Lacarrieu32 32 Lacarrieu, 2013. , la celebración del Bicentenario, y en especial el carácter multidimensional que tuvo, permitió quebrar un imaginario antifestivo instalado socialmente -especialmente desde la última dictadura militar- que consideraba la fiesta como una exaltación colectiva banal propia del ámbito rural y de las culturas tradicionales, contrapuesta con la solemnidad perteneciente al espacio civilizatorio urbano. Desde esta perspectiva, a priori la ciudad no era el ámbito ideal para una propuesta festiva como la del Bicentenario, sin embargo, como afirma la autora, hubo un “permiso para festejar” y formar parte del megaevento. En consecuencia, se dio una convivencia ambigua por momentos, de lo festivo y popular que impulsó la visibilización de narrativas histórico-culturales diversas, con la solemnidad propia de las conmemoraciones tradicionales en entornos urbanos.

A su vez, autores como Parody33 33 Parody, 2019. plantean que la coyuntura de la conmemoración del Bicentenario patrio del 25 de mayo de 1810 impulsó una dirección más pluralista de las políticas culturales de la mano del auge del paradigma de la diversidad cultural34 34 Desde una perspectiva global, el paradigma de la diversidad cultural impulsó el reconocimiento de la heterogeneidad cultural dentro de cada una de las sociedades y, con ella, la inclusión de nuevos contenidos culturales. No exenta de cuestionamientos por ser considerada como una mirada que no tiene en cuenta relación asimétrica de poder, la diversidad cultural fue incluida en la agenda programática de los organismos internacionales, con UNESCO a la cabeza, competentes en cuestiones culturales y patrimoniales. A través de conferencias, reuniones y publicaciones, se buscó ampliar la concepción respecto a las políticas culturales y su rol protagónico en el desarrollo, así como así estimular la puesta en marcha de iniciativas que sean protagonizadas por los propios grupos a los que se piensa como destinatarios. . Este giro en las políticas culturales estatales trajo consigo una ampliación de la narrativa histórica e identitaria nacional, junto con el reconocimiento de la herencia social de grupos anteriormente relegados. Por ejemplo, las políticas de reparación y de visibilización de la cultura afro se plasmaron en programas y proyectos específicos durante el periodo 2001-201535 35 Annecchiarico, 2014. . Tal es así que en el Censo del 2010 se preguntó por primera vez a una parte de la población por sus potenciales antepasados afrodescendientes o de origen africano, decisión que buscó romper el ocultamiento estadístico de ese grupo36 36 López, 2006. . Sin embargo, podemos observar algunos matices en la celebración del Bicentenario de 2010. Por ejemplo, se organizó un programa de varios días con shows musicales, eventos en Plaza de Mayo nocturnos utilizando tecnologías novedosas y exposiciones con videos especialmente realizados para dicha conmemoración. Tanto en el video mapping expuesto en la fachada del Cabildo, en las exhibiciones de organizadas en ese lugar, como en los shows musicales se registró nula o escasa representación de sujetos y prácticas asociadas a las comunidades afrodescendientes, omitiendo ciertos procesos como la esclavitud y naturalizando su condición de otros subalternizados37 37 Corti; Carrillo Rodríguez, 2013; Tourres; Enrique, op. cit. .

Por otra parte, en cuanto a la conformación de patrimonios nacionales más recientes, aún existe la denominada “Capilla de los negros” en la localidad de Chascomús, declarada 1962 por el Decreto Nacional 5.674 uno de los pocos representantes de las comunidades afrodescendientes de Argentina38 38 El sitio fue reconocido en el año 2011 por la UNESCO como sitio histórico de la memoria de la Ruta del Esclavo en el Río de la Plata. . Sin embargo, en la declaratoria no menciona nunca a las comunidades afrodescendientes, la referencia más clara es cuando señala “Que dicha capilla fue fundada aproximadamente en el año 1826 con la ayuda de la “Hermandad de los Morenos” y servía al culto de los núcleos de la población que la circundaba39 39 Decreto Nacional 5.674 (1962). Cf. https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/decreto_5674_62pagina.pdf. “. De hecho, en la ciudad de Buenos Aires se encontraba el centro Casa Suiza, lugar reconocido como espacio festivo y de sociabilidad de muchas familias afroporteñas, y a pesar de los reclamos por su preservación40 40 Cf. https://www.clarin.com/ciudades/Piden-derriben-edificio-Casa-Suiza_0_B15gxzSnPXg.html , fue demolida en 201541 41 Cf. https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/m2/10-2884-2015-02-21.html .

Capilla del Señor, el primer pueblo histórico

Capilla del Señor es la ciudad cabecera del municipio de Exaltación de la Cruz, en la provincia de Buenos Aires (Argentina). Se ubica, por ruta 8 y empalme con la 39, a unos 80 km de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, lindando con otros partidos, Luján, San Antonio de Areco, Pilar, Campana, San Andrés de Giles y Zárate (Figura 1). Exaltación cuenta con 39.347 habitantes42 42 Censo, 2022. Cf. https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel4-Tema-2-41-165 de los cuales se calcula que un 25% reside en Capilla del Señor. Según la historiografía local43 43 AA.VV, 1940, 1955; Birocco, 2003. , en siglo XVIII Exaltación de la Cruz formaba parte de los Pagos de la Cañada de la Cruz y Pesquería, y lo que actualmente se reconoce como Capilla del Señor, anteriormente, se configuró a través de un loteo de tierras que pertenecían a la estancia de Francisco Casco de Mendoza. La familia Casco de Mendoza se había dedicado a la actividad ganadera y había erigido un pequeño oratorio (al menos desde 1727) cerca del arroyo Cruz44 44 Cabe agregar que el origen del partido se encuentra estrechamente relacionado con el Curato de Areco, sancionado el 23 de octubre de 1730 a partir de la parroquia de San Antonio de Padua ubicada en el actual San Antonio de Areco. El ámbito de influencia de dicho curato tuvo contornos difusos, dado que no se trataba de una circunscripción político-administrativa definida. Más allá de esto, queda claro a través del análisis de los libros parroquiales que la gravitación de la parroquia mencionada incluía también al territorio ubicado en la Cañada de la Cruz y Pesquería. De hecho, durante varias décadas la vice parroquia de Exaltación de la Cruz, fundada en 1735 va a depender del Curato de Areco hasta su independencia en la década del ochenta del siglo XVIII. .

Figura 1
Ubicación de Capilla del Señor, provincia de Buenos Aires.

El oratorio fue posicionándose como un lugar significativo para la vida social, por lo cual Casco de Mendoza mandó a reemplazarlo por un templo bajo la advocación del señor de la Exaltación. Las tierras a su alrededor finalmente fueron loteadas tras la muerte de su esposa, María Gelvez, dando lugar a la gestación del pueblo Capilla del Señor entre 1750 y 1760. Posteriormente, mediante el Ilustrísimo Cabildo Justicia y Regimiento, se configuró la creación del Partido de la Cañada de la Cruz catorce años después. Y en 1856 se estableció como partido independiente. En 1892 llegó el ferrocarril, actual línea Mitre, que permitió la conexión de pasajeros, favoreciendo el desarrollo de la actividad ganadera/tambera, que fue la fuente económica más importante del partido y de la región. Para la década de 1930 se instalaron fábricas de menor porte. Como tantos poblados bonaerenses, Capilla del Señor creció gradualmente respetando el diseño en damero, localizándose las edificaciones más importantes -sociales, económicas y administrativas- alrededor y en las cercanías de la plaza central. Para el 18 de septiembre de 1973, fue reconocida como ciudad llegando a un total de 12.859 habitantes.

Cabe señalar que en el municipio y ciudad se reconoce a una serie de inmigrantes en sus relatos históricos y activaciones patrimoniales como las comunidades españolas, italianas, turcos e irlandeses pero poco se señala sobre las poblaciones afro y afrodescendientes45 45 Pérez Winter, 2018. que fueron significativas46 46 Una exploración de los censos y libros parroquiales permite observar una presencia destacada en términos demográficos de la población afro y afromestiza en el territorio de Exaltación de la Cruz. Por ejemplo, en el padrón del año 1813 se encuentran contabilizadas un total de 2.439 personas, de las cuales 331 (13,5%) se registran bajo la categoría negro/a y pardo/a. Estas cifras, respaldadas por los libros parroquiales, se encuentran en sintonía con la media de la Campaña para inicios del siglo XIX. durante la época de la campaña bonaerense y, actualmente, continúan poco visibilizadas y reconocidas.

En la década de 1990, así como Capilla del Señor sufrió las consecuencias de las políticas neoliberales que produjeron la desregulación del agro, el cierre del servicio ferroviario con la consecuente despoblación por la falta de trabajo; el centro histórico de la ciudad fue reconocida como patrimonio nacional. Nos interesa focalizar en este último proceso para luego dar cuenta de algunos cambios de valorización patrimonial tras los festejos del Bicentenario del 2010.

Capilla del Señor fue el primer caso piloto del intento de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos en implementar un manual de preservación de centros históricos en la Argentina, con el propósito de reconocerlos como patrimonio nacional47 47 Facciolo, 1998. . El proyecto de patrimonializar otros centros históricos del país quedó trunco al fallecer un impulsor más relevante, el arquitecto Jorge Enrique Hardoy, quien fue el presidente de la Comisión entre 1984 y 1993.

Para Hardoy, las historias de cómo se conformaron los pueblos argentinos permitían conocer las diferentes etapas del desarrollo socioeconómico de la Argentina. Esta era otra forma de evocar la historia nacional desde los patrimonios locales, alejada de la noción épica de la historia que buscaba fomentar Ricardo Levene cuando estuvo al mando de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos durante la década de 194048 48 Pérez Winter, op. cit. .

El proceso de patrimonialización del centro histórico de Capilla del Señor demoró cuatro años en concretarse (1991-1994), luego de realizar talleres con algunos sectores de la comunidad local y todo el proceso de trámites por el cual debe pasar el expediente con aprobación de otros organismos del Estado. Así, el 26 de septiembre de 1994, casi 15 días después de la fecha en que la ciudad celebró la fiesta patronal del partido, se logró que el centro histórico de Capilla del Señor sea declarado “Bien Histórico Nacional” (Decreto Nacional 1648/1994) y municipal (Ordenanza 10/94). Más allá de la participación de las comunidades locales, un grupo de expertos de la citada Comisión construyó una narrativa que fue la que se materializó en la justificación de la declaratoria nacional. Un área de la ciudad que fue creciendo “encerrada” entre las vías de las líneas de los ferrocarriles Mitre y Gral. Urquiza es lo que se denomina el “pueblo” o el centro histórico de Capilla del Señor (Figura 2).

Figura 2
Área reconocida como “Bien de Interés Histórico Municipal” y “Nacional”, ciudad de Capilla del Señor. Fuente: Elaboración propia.

La declaratoria nacional tomó una serie dispares de hechos locales, pero que tenían cierta trascendencia nacional. Si bien la declaratoria incluyó aspectos de la historia oficial que se relacionan con hechos provinciales y locales, como: la creación de la primera escuela pública “de las pampas bonaerenses” con sistema lancasteriano, impulsado por B. Rivadavia en 1821; la adquisición de una imprenta con la que se publicó el Monitor de la Campaña, el primer periódico del campo bonaerense en 1871; el relato que narra la detención de la carreta que trasladaba las vírgenes hacia Sumampa, representado en el escudo del partido; la construcción del primer oratorio de la familia Casco de Mendoza, elevado a vice-parroquia en 1735; la existencia de “austeras lápidas” del siglo XIX del cementerio local; el establecimiento de dos estaciones de ferrocarril que “hablan de pasado esplendor” en la ciudad; la preservación de su entorno rural “con montes de eucaliptos y casuarinas y la presencia de estancias, tambos y chacras”; la conjugación del “campo contiguo” junto con la arquitectura preservada de la ciudad, que “hacen de CAPILLA un ejemplo relevante de las poblaciones pampeanas y en tal sentido adquiere escala nacional”; la participación del farmacéutico de la ciudad, el Teniente T. Salguero en el rescate de Otto Nordenskjöld; la existencia de una de las pulperías más antiguas de la provincia denominada Los Ombúes, que aún funciona como tal. A su vez, y más importante, se destacaron aquellos hechos y personalidades que permitían construir la trascendencia nacional de Capilla del Señor a través de los siguientes hechos: el acampe en 1840 de Gral. Lavalle en la ciudad y la incorporación de residentes a su ejército; la visita de D. F. Sarmiento y Dardo Rocha, quienes se hospedaron en el ex hotel casino El Mirador en 1860; la presencia, en 1865, del gobernador de la provincia de Buenos Aires en ese momento, M. Saavedra, con motivo de la inauguración de la iglesia; el hecho de que en Capilla del Señor nació el Almirante J. Irizar, recordado por rescatar al equipo científico del sueco Otto Nordenskjöld en la Antártida en 1903; la incidencia del padre Fahy en la ciudad; la introducción de las primeras ovejas finas en el país por medio de C. Lemeé, Marino francés, quien se asentó en la estancia Martín Fierro en Capilla del Señor que luego perteneció al escritor José Hernández.

Los elementos que más se destacan son aquellos aspectos histórico-culturales de la versión oficial de la historia de Capilla del Señor, limitados a un rango temporal de mediados y fines del siglo XIX. Ellos construyen la representación de una ciudad pionera, un lugar de vanguardia, de progreso dentro del contexto cultural de lo que había sido la campaña bonaerense con hechos y personalidades de significancia nacional; en especial al mencionar la presencia de figuras conocidas de la política nacional, hombres blancos con ascendencia europea. Así, conforman una versión hegemónica del pasado de la ciudad en la que se recupera o reproduce, en parte, el pensamiento que intentaba establecer la elite liberal en Argentina durante el proceso de construcción del Estado nación. Allí se señalan elementos que hacen al mundo “civilizado”, como la idea de “lo urbano”, de progreso, de educación, de modernidad y de una identidad “blanca y europea”49 49 Svampa, op. cit. . En este sentido, cabe destacar que en las afueras de Capilla del Señor existió un asentamiento donde vivían varias familias afrodescendientes. Algunas de ellas, motivadas por la búsqueda de trabajo, durante la década de 1970 se trasladaron a diferentes ciudades cercanas como Capilla del Señor, Zárate o Campana50 50 Birocco, 1997; Pérez Winter, 2013. .

Así, una narrativa elaborada por expertos/as se ancló espacialmente en un fragmento identificado como histórico, el área más antigua de la ciudad. Estos discursos patrimoniales se reproducirán desde las políticas culturales-patrimoniales y turísticas posdeclaratoria, generando la invisibilización de ciertos grupos étnicos y socioculturales como los pueblos originarios, los afroargentinos, pero también a las mujeres51 51 Pérez Winter, op. cit. . A su vez, ese fragmento de la ciudad, el centro histórico ahora reconocido como patrimonio nacional, será el que también reciba toda la atención en cuanto a mantenimiento y embellecimiento como lugar turístico-patrimonial. Sin embargo, la conmemoración del Bicentenario del 2010 permitió algunas aperturas que analizaremos a continuación.

Conmemoraciones posdeclaratoria nacional: visibilización/invisibilización de los afrodescendientes

En primer lugar, luego de la declaratoria nacional, hubo iniciativas desde la comunidad de Capilla del Señor, que el gobierno municipal y la Asociación Pro-Memoria52 52 La Asociación Pro-Memoria es una asociación que surgió antes de la declaratoria nacional con el fin de proponer y acompañar iniciativas de activación y preservación del patrimonio local y, como mediadora entre la comunidad y el municipio, había iniciado un relevamiento de partituras de canciones compuestas por artistas locales, actualizando el cancionero local. acompañaron, de crear la celebración denominada Navidad Folklórica con el propósito de organizar un festejo navideño con características propias a partir de activar y valorizar la música folklórica de la provincia y del país. Una de ellas organizadas durante la década de 1990 conmemoró a las comunidades afro:

Acá hubo un “pueblo de negros” muy importante. Por esos negros en una de las navidades apareció el “pueblo de los negros”. Nos tomamos el trabajo de juntar, no sé qué cantidad de gente, porque acá hay mucho descendiente de negro africano. Entonces, llamamos a todos esos descendientes que a su vez llamaron a sus hijos, a sus hermanos pero todos de Capilla y después. […] eran todos los negros con los tambores y descalzos y con los instrumentos que ellos usaban y bailaban un candombe y fue bueno53 53 Entrevista 34, vecina de Capilla del Señor, 2012. .

[…] el pueblo lo transformamos en negro, todos fuimos negros un rato54 54 Entrevista 46, vecino de Capilla del Señor, 2013. .

Hicimos, incluimos en las navidades los africanos. Hicimos un candombe, eran 100 candomberos. Salieron de abajo del arroyo, de atrás. […] Y bueno a [menciona a una persona de la Asociación Pro-Memoria] se le ocurrió que tenían que usar maquillaje. Entonces viste que está el negro azul, dorado, el marrón y el un poco más claro. Bueno, algunos tomaban el pote como venía y se lo ponían. Quedábamos todos negros que te digo que algunos ni nos conocíamos55 55 Entrevista 56, vecina de Capilla del Señor, 2013. .

Si bien se reconoce entre algunos/as vecinos/as de la ciudad, especialmente quienes participaban de la Asociación Por-Memoria, la existencia de población afrodescendiente en la ciudad, no solo al incluir a sus familias a participar en el evento, el mismo se realizó mediante la representación de estereotipos. A partir del uso del black face (ya sea con corcho quemado o con maquillaje como se expresa en la entrevista 56), una práctica que se utilizaba comúnmente en las conmemoraciones del 25 de mayo, se reprodujo esa imagen racializada y subalternizada de las comunidades afrodescendientes56 56 Annecchiarico; Rindone, 2020. , junto a los pies descalzados (¿signo de pobreza?). A su vez, la representación los localiza en un momento pasado difuso aludiendo de alguna manera a la época colonial (esclavista).

En segundo lugar, podemos mencionar la conmemoración del Bicentenario. Así, Capilla del Señor se hizo eco de los festejos del Bicentenario de 2010. En este marco, podemos señalar la actuación de la Dirección de cultura en colaboración con la Dirección de Turismo, para realizar una serie de acciones como la elaboración de un libro electrónico en el que se compiló la investigación que llevaron adelante diferentes estudiantes de las escuelas del partido, entre ellas, sobre el ferrocarril, la arquitectura, la salud. El mismo se denominó “Exaltación de la Cruz guarda en la memoria el Bicentenario”. Otra actividad fue la restauración de la Casa Cosmopolita, que originariamente había sido un Centro de Mutuo Socorro (1884) de las comunidades inmigrantes (italianos, españoles), y durante el 2000 había quedado abandonada. Hoy se utiliza como Centro Cultural, Sala de Exposiciones y Teatro. Otro proyecto efectuado desde la municipalidad fue la activación del patrimonio musical del partido. En Exaltación de la Cruz algunos sectores de la comunidad de Capilla del Señor y funcionarios de cultura y turismo destacan la historia musical local.

Capilla tiene un patrimonio intangible de altísima calidad. No te olvides vos que el segundo cancionero de Sudamérica. Primero se hace un relevamiento en la época de los jesuitas en Perú. El primer cancionero es de los jesuitas en Perú. El segundo cancionero que se releva es en los pagos de la Cañada de la Cruz. Este, ya eso te da una dimensión para ponderar la riqueza del patrimonio intangible, en este caso musical. Es un trabajo que hizo […] la Universidad de la Plata. […] Hicieron un informe, detectaron la riqueza patrimonial musical y vinieron a relevarla y publicaron ese famoso cancionero que actualmente es una biblia para cualquier intérprete de música tradicional bonaerense57 57 Entrevista, funcionario de turismo, 2011. .

Información sobre el cancionero de Exaltación de la Cruz se puede encontrar en una publicación de 1978 en Informes del Instituto Nacional de Antropología de la ciudad de Buenos Aires, bajo la autoría de Ercilía Moreno Cha, quien compila el registro que había realizado Jesús María Pereyra, personalidad destacada en Capilla del Señor que, entre otras investigaciones, había indagado, entre 1927 y 1952, y posteriormente publicado El Cancionero en los pagos de la Cañada de la Cruz (1954), en el cual se encontraba material documental folklórico y de poesías regionales. En el artículo publicado por Moreno Cha destaca sobre Capilla del Señor en alusión a la relevancia del cancionero folklórico:

Según pareciera ser, Capilla del Señor -el pueblo más importante que se formara a la vera de la Cañada- habría sido un centro cultural de importancia en un amplio radio del norte de la provincia, y al hecho de haber sido sede de uno de los primeros periódicos de la campaña bonaerense (1871), suma la de poseer la primera escuela creada por el estado bonaerense (1821) y la primera biblioteca pública (1872). El fenómeno musical no estuvo ajeno a ello: se registró un movimiento considerable de música académica y de música popular, y junto a esta última, de poesía popular y folklórica. El centro de la música académica residió en la persona de Marciano Montalvo, más conocido como Felipe el Ciego, y el de la popular en la del famoso Pancho el Negro, en cuya fonda tenían lugar diariamente los encuentros entre guitarreros y recitadores de la zona y los de paso. Pereyra conoció personalmente a esos dos personajes, y los recuerda en su obra58 58 Moreno Cha, 1978, p.48. .

Como se puede observar, el discurso patrimonial que justificó la declaratoria nacional del centro histórico de Capilla del Señor recuperó estos hechos que se mencionan en este informe pero había dejado de lado el aspecto musical. Sin embargo, esos elementos histórico-culturales son utilizados en el artículo como una forma de legitimar la relevancia cultural-musical de la ciudad. La publicación de Moreno Cha intenta darle sistematicidad y cierto rigor científico al cancionero relevado por Pereyra, al analizar esa obra mediante los principios de registro que había establecido el investigador de folklore, Augusto Raúl Cortázar (1910-1974), quien en su momento fue una autoridad en el tema.

Otro antecedente musical de Capilla del Señor que podemos señalar es la “Jornada de lectura patrimonial” que se organizó en la ciudad en 1997. Desde el gobierno municipal, con participación de la vecindad, se investigó sobre la historia de artistas, bandas e instituciones vinculadas a la producción folklórica del partido. Allí se destacó la obra y labor de M. Montalvo (1867-1944) y W. Belloso (1933-1985), pero se desconoce por qué no hubo mención alguna de Agustín Sosa y sus hijos (José, Pedro, Jorge Tatún, Alberto y Miguel) -familia afrodescendiente-, a excepción de Tatún por haber integrado el grupo Folklore Exaltación durante la década de 1970. Agustín Sosa compuso polcas y otros géneros musicales y conformó una banda con sus hijos, quienes aprendieron a ejecutar diferentes instrumentos y a escribir temas diversos. Miguel ejecutaba bandoneón y acordeón; Alberto tocaba acordeón y piano, y Pedro también ejecutaba el acordeón; Tatún tocaba guitarra, charango, quena y musicalizó un poema muy conocido en el partido que se llama “Un chingolo en la Cañada”, de R. J. Algarañaz (1980). En ese poema el autor hace referencia a diferentes personajes e historias de la ciudad de Capilla del Señor, entre ellos, Agustín Sosa.

Por otra parte, en Exaltación de la Cruz, los eventos musicales son convocantes: la Navidad Folklórica (domingo cercano a navidad), el Día Mundial del Folklore (22 de agosto) y el concurso musical “Exaltación canta” (14 de septiembre).

Ante lo expuesto, y en el marco de estas celebraciones del Bicentenario de 2010, las direcciones de cultura y turismo municipal decidieron destacar su pasado musical, que ya venían activando y valorizando. De esta forma, entre 2009 y 2010 se elaboró un CD que recopiló intérpretes y compositores/as de Exaltación de la Cruz. La grabación se tituló Ecos de la Cañada (Figura3) y fue declarado “Interés Municipal” (Ordenanza 66/2010), por el cual reconocía este proyecto y producto como parte del patrimonio intangible del partido.

Nosotros, esta es tierra de músicos maravillosos, el músico ciego59 59 El entrevistado hace referencia a Marciano Montalvo. , realmente marcó una etapa muy importante en Capilla del Señor, sobre todo porque él supo entender lo que fue la música tradicional bonaerense, pero también dejarse influir por los inmigrantes. […] Y todo eso dio como un folklore de Capilla del Señor que bueno, hoy es el que se cultiva y se canta en cualquier peña […] la municipalidad a través de la Dirección de Cultura el año pasado [2010] hizo una tarea como de recopilación, la versión del siglo XXI del viejo cancionero, donde se digitalizaron autores e intérpretes. […] No todos los pueblos tienen tanta riqueza como para plasmar en uno y tenemos hasta cinco CD con música propia de autores locales60 60 Entrevista, funcionario de turismo, 2011. .

Figura 3
Tapa del CD Ecos de la Cañada.

Ecos de la Cañada está compuesto por 27 canciones. Entre los compositores locales se encuentran: J. L. Gaglioti, E. Etchehón, A. Cipriota, O. Marturet, J. M. Pereyra, O. Flores, B. Esteinou, A. Lennon, S. Borjas, grupo Los Pynadí, F. Peluso, H. Bacci, L. J. Salóm, J. C. Longarella, R. de los Hoyos, N. Mileo, C. Guastavino y E. de Izaguirre. También se menciona una canción escrita por Agustín Sosa, tres por M. Montalvo y dos por W. Belloso. Sin embargo, Agustín Sosa y sus cinco hijos (José, Pedro, Jorge Tatún, Alberto y Miguel) tienden a ser subrepresentados a pesar de sus obras y participación en el ámbito musical de Capilla del Señor. Algunos residentes sostienen que la falta de valorización de estos músicos se debe a su origen, ya que:

Y don Agustín, sí, era de los negros de la costa61 61 Con esa frase está haciendo referencia a que estos músicos provenían del “poblado de los negros”, que se localizaba cerca del río Areco. . Yo siempre digo que tenemos mucha influencia de lo africano en nuestras comidas, costumbres y estamos en deuda. Porque así como hablamos de la influencia de los de España, de los vascos, de los italianos62 62 Entrevista a residente y profesora de folklore de Capilla del Señor, 2013. .

Podemos observar que en los festejos del Bicentenario de 2010, a partir de la activación del patrimonio musical, se valorizó de alguna manera a referentes afrodescendientes pero de forma desigual.

La representación de la comunidad afrodescendiente fue reconocida en otras conmemoraciones posteriores: en el año 2013, cuando se celebró “la semana del paisaje”, tras haber inaugurado un Observatorio del Paisaje en el partido63 63 El observatorio es una estrategia participativa en la cual se articulan diversos actores estatales y no estatales, comunidades locales, con el fin de identificar diferentes paisajes (sociales, patrimoniales, económicos, etc.) como una categoría que permita diferenciarlos y protegerlos mediante la creación de normativas. Este observatorio tiene como modelo el que se implementa en Cataluña, España. Véase: http://www.catpaisatge.net/esp/. . En ese marco se organizaron una serie de actividades desde la Dirección de Turismo municipal. Una actividad fue un recorrido por el centro histórico de la ciudad y otro por la pulpería Los Ombúes. La primera visita fue coordinada por un funcionario de cultura, mientras que la segunda, por un funcionario de turismo. En ambos casos se mencionó información sobre las familias afrodescendientes del partido, contando una versión de cómo llegaron las personas esclavizadas a esta zona, recuperando también la historia de la “cacica” Juana, matriarca de los/as afrodescendientes que habitaron el “barrio de los negros”, que por sus características podríamos pensar que en realidad fue un “kilombo”64 64 Entendimiento de este término como aquel lugar que congregaba a las personas africanas o afrodescendientes, aunque podían congregarse otros sujetos socioculturales o étnicos, que fueron esclavizados y que encontraron allí un refugio para vivir en mejores condiciones. .

Y acá se guarda una historia casi secreta que solamente se repite de manera similar en la localidad de Chascomús65 65 El director de turismo de ese momento está haciendo alusión a la Capilla de los Negros. . […] Nosotros teníamos una estancia de producción jesuita que desembocaba en la desembocadura del río Areco y el Paraná de las Palmas, muy cerquita de acá. Evidentemente cuando abandonan la estancia de producción, los esclavos sabían de una resistencia de una reducción jesuita en Córdoba, jesuítica, perdón. Intentan organizarse para emprender ese viaje. Imagínense de los siglos atrás que estamos hablando. Sin camino, sin noción, seguramente a lo mejor sin hablar el idioma. Y siendo exesclavos de los jesuitas, no pueden progresar demasiado y vuelven para atrás en su recorrido, ya dejan el territorio de la estancia de producción y se ubican frente a la pulpería los ombúes en lo que se dio a llamar “el pueblo de los negros”. De ese antiguo pueblo no quedaron vestigios porque las construcciones de los esclavos eran puramente, vamos a decir así, transitorias. Eran techos de quincha y seguramente algún cuero puesto entre cañas, eso hizo que no quedaran vestigios, testimonios edilicios. Pero aún si en Capilla del Señor pueden ver familias, que incluso no solo la pueden reconocer por su tipología racial, sino por sus apellidos. Apellidos como Managua, como García, Ballesteros. […] Ellos son descendientes de aquel pueblo de esclavos, y si uno no sabe los nombres y no pudiera ver, fuese ciego, si los puede reconocer por la musicalidad que conservan en su tono. El apellido García para los negros es “Gashía”. […] Así que nosotros, en el caso nuestro en el pueblo de los negros, tenemos a la cacica Juana. Era ella la que, cuando había pelea, se peleaba por su gente66 66 Entrevista 46, vecino de Capilla del Señor, 2013 .

Si bien en el relato se reconoce la existencia de afrodescendientes en la zona -e invita a la reflexión sobre lo que “nos han contado” y nuestra identidad-, por momentos no queda claro si se hace referencia a las familias que solo habitaron el “barrio de los negros” o si se está hablando de las familias actuales que residen en Capilla del Señor. A su vez, se menciona la “musicalidad” del habla de esas familias, que más que una particularidad de su forma de hablar parecía ser reflejo de su situación de vulnerabilidad al no tener fácil acceso a la educación formal, por ejemplo67 67 Pérez Winter, Op. Cit. Sin embargo, también hay autores que hacen referencia a la “lengua bozal” que se pudo transmitir por generaciones que es una manera peculiar que tenían las personas esclavizadas que aprendieron el español con el uso del bozal, que además de ser un hecho aberrante, les limitaba la expresión oral del habla, entre otras cosas. Cirio, 2015. .

Para la conmemoración de los 20 años de la declaratoria nacional en 2014, la narrativa sobre los afrodescendientes volvió a surgir en una nota que se encontraba en la reedición de El monitor de la Campaña:

Tuvieron la característica de regirse por el matriarcado, condición poco común para la sociedad de aquellos días, donde la mujer era la encargada de regir las órdenes y destinos de su colectividad. […] Actualmente no se conocen muchos detalles sobre esta comunidad, pero si hay un reconocimiento particular al rol que ejerció Juana Ballesteros -Cacica Juana- en la organización y sostenimiento de los habitantes afromestizos que hicieron raíces en Exaltación de la Cruz68 68 El Monitor de la Campaña, 2014, p.10. .

En la nota el “poblado de los negros” aparece descrito como un hecho ubicado en un tiempo pasado. Se señala que no hay mucha información sobre la comunidad afrodescendiente más que una de sus referentes, la cacica Juana. Parecería haber un desconocimiento de las conmemoraciones pasadas en las que se hizo mención sobre su existencia actual. En este caso, podemos observar que se visibiliza el relato que retrata a estas familias en el pasado pero omitiendo su coetaneidad. Este tipo de narrativas son las que blanquean a las sociedades perpetuando el mito de la Argentina “blanca y europea” quitándoles el lugar que les corresponde a los/as afroargentinos/as dentro de la representación de la comunidad imaginada. Este tipo de omisiones se puede pensar como una forma de silenciamiento, ya que la recuperación vacía, tanto de interpretaciones como de hechos puntuales comprobables, produce el ocultamiento de los procesos históricos a los que este asentamiento y sus familias estuvieron vinculadas, la esclavitud y el colonialismo.

Reflexiones finales

En este artículo hemos abordado la construcción de patrimonios, sobre todo las conmemoraciones como políticas del tiempo que operan con las lógicas de selección sobre qué visibilizar-evocar-recordar-activar en detrimento a qué silenciar-omitir-invisibilizar-omitir. En este caso, hemos hecho mención de los matices que se presentan en la representación de las comunidades afrodescendientes en Exaltación de la Cruz, especialmente en la ciudad cabecera, Capilla del Señor. Así, las conmemoraciones, y también los patrimonios, imponen silenciamientos sobre los hechos, actores y procesos que se omiten, a la par que dichos vacíos son completados con narrativas de poder sobre el acontecimiento que conmemoran.

Como se ha podido observar a lo largo del recorrido propuesto, los patrimonios se encuentran insertos dentro de los procesos de desposesión de los/as afroargentinos/as, con implicancias más amplias que lo meramente histórico/cultural, y con continuidad en el presente. La delimitación ejercida por las voces autorizadas y por el Estado local respecto a la herencia social digna de ser recuperada para las celebraciones del Bicentenario y en la patrimonialización, puede ser interpretada como un acto de poder con incidencia directa en el ocultamiento de aquellos hechos, relaciones y procesos que generaron(an) asimetrías sociales y desigualdades de toda índole (materiales, simbólicas, espaciales, etc.). De esta forma, la conmemoración del Bicentenario en la localidad analizada sirvió como una instancia de producción de alteridades históricas, a partir de la cual el “otro” afro, salvo algunas excepciones, fue presentado en un pasado remoto, extinto, sin continuidad en el presente. La preterización, que contó con la colaboración del acto patrimonial, tiene vínculo directo con la vigencia de la narrativa de la Argentina “blanca y europea” que propone la “desaparición” de los/as afroargentinos/as. A partir de ello se puede pensar que el abordaje del pasado afro local -estereotipado y anclado a un pasado remoto- promueve una negación/omisión parcial de la esclavitud y del colonialismo, al mismo tiempo que corre el foco del racismo e injusticias actuales cuyos orígenes se encuentran en ese pasado evocado.

En las conmemoraciones posdeclaratoria nacional señaladas en el texto, hemos observado los matices de estas lógicas de visibilización-invisibilización. Si bien las comunidades afrodescendientes que actualmente residen en Capilla del Señor son evocadas y mencionadas en ciertas conmemoraciones, estas representaciones aparecen con ciertas características: estereotipadas, racializadas, exotizadas, por momentos limitadas a un pasado lejano. Entendiendo al estereotipo como aquellas características, que tienden a exagerarse, sencillas, “memorables, fácilmente percibidas y ampliamente reconocidas69 69 Trouillot, op. cit. “que se le otorgan a ciertos sujetos quedando atados a ellos”. Esto lo observamos mediante el uso del black face, descalzados, romantizando su “musicalidad” en el habla. Así, se visibiliza a los/as afrodescendientes como sujetos, lo que podríamos identificar como una “visiblización génerica” por parte del gobierno municipal al activarlos dentro de las conmemoraciones, puesto que, a la vez, en ellas se realizan producciones de silenciamientos activos (invisibilización específica) para suavizar u omitir procesos trágicos pasados, de manera que significó que su ascendencia proviene de personas esclavizadas, y su situación actual estuvo atravesada por desigualdades socioeconómicas. Asimismo, y como señala Hall cuando anuncia que existe una interdependencia entre lo que se omite y lo que se anuncia, muchas de las narrativas hablan de esclavos, pero no de quiénes o cómo fueron esclavizados/as.

Desde otro punto de vista, los procesos de recuerdo-olvido también se inscriben en el territorio. La historia, con su potencial pedagógico y delimitador de lo narrable, recupera significaciones, prácticas y relatos que configuran los lugares de forma dinámica. En las conmemoraciones como la del Bicentenario, es especialmente tangible la centralidad que adquiere la producción de una estructura temporal de continuidad pasado-presente que conlleva un ordenamiento, jerarquización y organización de los sujetos históricos y objetos, y, con ello, del espacio. La selección de lugares y su posterior activación responde a su potencia simbólica a la hora de la construcción de proyectos político-identitarios en el cual participan los actores sociales de forma desigual y en los que son reconocidos de forma desigual. La imagen estática que se proyecta a través del patrimonio oculta la trayectoria histórica de los sujetos que lo ocuparon, habitaron y vivieron. Este borramiento, al igual de lo que ocurre con la estereotipación y la preterización, diluye los despojos, conflictos, disputas y formas de explotación ejercidos por actores locales y por el poder estatal sobre los/as afrodescendientes. De esta forma, el territorio, objetivado mediante el patrimonio, se transforma en un recurso de apropiación simbólica desde el cual los actores que detentan el poder fortalecen identidades y consolidan determinadas versiones del pasado.

En este marco, el Estado habilita la territorialización de prácticas, pero también las desterritorializa. Así como en Capilla del Señor se reconoció el centro histórico como patrimonio nacional, en ese lugar declarado no se recuperan las huellas pasadas y presentes de ciertos sujetos. A su vez, como señala Moreno70 70 Moreno, 2009. respecto del patrimonio rural, algunos sujetos subalternizados, dadas sus condiciones de desigualdad y precariedad, cuestan encontrar materialidades asociadas a esas poblaciones que fueron fundamentales para los procesos productivos. En el caso de las familias afrodescendientes que habitaron el “barrio de los negros” sus casas hechas de adobe ya no existen, solo quedan algunas que replicaron en la ciudad de Capilla del Señor. Sin embargo, aquí está nuestra responsabilidad de poder hacer las preguntas adecuadas para poder poner en el paisaje, en los centros históricos y en los territorios a estos sujetos, a partir de las memorias y de otras inmaterialidades.

Por otra parte, estos silenciamientos, omisiones de las poblaciones afro y afrodescendientes no solo nos lleva a desmitificar la noción de la Argentina “blanca y europea”, sino también a tensionar otro mito del que menos se hace mención, la Argentina como “granero del mundo”. En este otro mito fundante del territorio en el cual se destaca el aspecto económico, pero también social, por el trabajo de inmigrantes, poco se menciona a las poblaciones afro y afrodescendientes que su labor en condiciones de esclavitud también contribuyeron a esos procesos de consolidación del territorio y de posicionarla en el mercado mundial.

Para finalizar, las celebraciones y los patrimonios no son neutrales a pesar de presentarse de esa forma; son producciones históricas y como tales sujetas a relaciones de poder asimétricas que cumplen una función en la reproducción social. De esta manera, puede plantearse que las celebraciones realizan un trabajo de “desinfección” de la historia por medio de creación de mitos, hitos y significados que le dan al pasado contornos más definidos71 71 Hall, 2010. . En otros términos, reformulan la historia para que pueda ser consumida por el público. Sin embargo, las producciones que se desprenden de las celebraciones pueden ser reconfiguradas y disputadas con base en los cambios en las relaciones de poder, dando lugar a reelaboraciones y reapropiaciones del pasado.

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  • 5
    AlonsoALONSO, Ana María. The Effects of Truth: Re-Presentations of the Past and the Imagining of Community. Journal of Historical Sociology, Hoboken, v.1. n.1 33-57, 1998., 1988; Gellner, 2001.
  • 6
    Trouillot, 2017.
  • 7
    Geler, 2010; Monkevicius, 2012.
  • 8
    Cf. https://www.perfil.com/noticias/politica/polemica-alberto-fernandez-frase-argentinos-venimos-de-los-barcos-mexicanos-indios.phtml
  • 9
    Brión, 2016. En 2022 se inauguró un monumento en su homenaje el 8 de noviembre, fecha que es reconocida como Día Nacional de las y los Afroargentinos y de la Cultura Afro, ubicada en la plazoleta Alfonso Castelao en Bernardo de Irigoyen y Estados Unidos, en la ciudad de Buenos Aires. Cf. https://www.argentina.gob.ar/noticias/un-monumento-para-maria-remedios-del-valle.
  • 10
    Solo por nombrar algunos ejemplos: Citro, 2017; Pagano; Rodríguez, 2014; Tourres; Enrique, 2015.
  • 11
    Pérez Winter; Troncoso, 2019; Pérez Winter; Enrique; Amondaray, 2019; Ratier, 2018.
  • 12
    Goldberg, 2012.
  • 13
    Anderson, 2011.
  • 14
    García Canclini, 1999; Pérez Winter, 2020; Pagano; Rodríguez, 2014.
  • 15
    Trouillot, op.cit.
  • 16
    Cruces, 1998; Curtoni; Chaparro, 2007; Smith, 2011.
  • 17
    Trouillot, op.cit.
  • 18
    Curtoni; Chaparro, op.cit.
  • 19
    Hall, 2017.
  • 20
    Fabian, 2019.
  • 21
    Rufer, 2010.
  • 22
    Di Meglio, 2009.
  • 23
    Yao, 2004; Cirio, 2021.
  • 24
    Svampa, 2010.
  • 25
    Bertoni, 1992.
  • 26
    Devoto, 2014.
  • 27
    Bertoni, op. cit.
  • 28
    Choay, 2001.
  • 29
    De Jong, 2005.
  • 30
    Blasco, 2011, 2012.
  • 31
    Fortunato, 2005.
  • 32
    Lacarrieu, 2013.
  • 33
    Parody, 2019.
  • 34
    Desde una perspectiva global, el paradigma de la diversidad cultural impulsó el reconocimiento de la heterogeneidad cultural dentro de cada una de las sociedades y, con ella, la inclusión de nuevos contenidos culturales. No exenta de cuestionamientos por ser considerada como una mirada que no tiene en cuenta relación asimétrica de poder, la diversidad cultural fue incluida en la agenda programática de los organismos internacionales, con UNESCO a la cabeza, competentes en cuestiones culturales y patrimoniales. A través de conferencias, reuniones y publicaciones, se buscó ampliar la concepción respecto a las políticas culturales y su rol protagónico en el desarrollo, así como así estimular la puesta en marcha de iniciativas que sean protagonizadas por los propios grupos a los que se piensa como destinatarios.
  • 35
    Annecchiarico, 2014.
  • 36
    López, 2006.
  • 37
    Corti; Carrillo Rodríguez, 2013; Tourres; Enrique, op. cit.
  • 38
    El sitio fue reconocido en el año 2011 por la UNESCO como sitio histórico de la memoria de la Ruta del Esclavo en el Río de la Plata.
  • 39
    Decreto Nacional 5.674 (1962). Cf. https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/decreto_5674_62pagina.pdf.
  • 40
    Cf. https://www.clarin.com/ciudades/Piden-derriben-edificio-Casa-Suiza_0_B15gxzSnPXg.html
  • 41
    Cf. https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/m2/10-2884-2015-02-21.html
  • 42
    Censo, 2022. Cf. https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel4-Tema-2-41-165
  • 43
    AA.VV, 1940, 1955; Birocco, 2003.
  • 44
    Cabe agregar que el origen del partido se encuentra estrechamente relacionado con el Curato de Areco, sancionado el 23 de octubre de 1730 a partir de la parroquia de San Antonio de Padua ubicada en el actual San Antonio de Areco. El ámbito de influencia de dicho curato tuvo contornos difusos, dado que no se trataba de una circunscripción político-administrativa definida. Más allá de esto, queda claro a través del análisis de los libros parroquiales que la gravitación de la parroquia mencionada incluía también al territorio ubicado en la Cañada de la Cruz y Pesquería. De hecho, durante varias décadas la vice parroquia de Exaltación de la Cruz, fundada en 1735 va a depender del Curato de Areco hasta su independencia en la década del ochenta del siglo XVIII.
  • 45
    Pérez Winter, 2018.
  • 46
    Una exploración de los censos y libros parroquiales permite observar una presencia destacada en términos demográficos de la población afro y afromestiza en el territorio de Exaltación de la Cruz. Por ejemplo, en el padrón del año 1813 se encuentran contabilizadas un total de 2.439 personas, de las cuales 331 (13,5%) se registran bajo la categoría negro/a y pardo/a. Estas cifras, respaldadas por los libros parroquiales, se encuentran en sintonía con la media de la Campaña para inicios del siglo XIX.
  • 47
    Facciolo, 1998.
  • 48
    Pérez Winter, op. cit.
  • 49
    Svampa, op. cit.
  • 50
    Birocco, 1997; Pérez Winter, 2013.
  • 51
    Pérez Winter, op. cit.
  • 52
    La Asociación Pro-Memoria es una asociación que surgió antes de la declaratoria nacional con el fin de proponer y acompañar iniciativas de activación y preservación del patrimonio local y, como mediadora entre la comunidad y el municipio, había iniciado un relevamiento de partituras de canciones compuestas por artistas locales, actualizando el cancionero local.
  • 53
    Entrevista 34, vecina de Capilla del Señor, 2012.
  • 54
    Entrevista 46, vecino de Capilla del Señor, 2013.
  • 55
    Entrevista 56, vecina de Capilla del Señor, 2013.
  • 56
    Annecchiarico; Rindone, 2020.
  • 57
    Entrevista, funcionario de turismo, 2011.
  • 58
    Moreno Cha, 1978, p.48.
  • 59
    El entrevistado hace referencia a Marciano Montalvo.
  • 60
    Entrevista, funcionario de turismo, 2011.
  • 61
    Con esa frase está haciendo referencia a que estos músicos provenían del “poblado de los negros”, que se localizaba cerca del río Areco.
  • 62
    Entrevista a residente y profesora de folklore de Capilla del Señor, 2013.
  • 63
    El observatorio es una estrategia participativa en la cual se articulan diversos actores estatales y no estatales, comunidades locales, con el fin de identificar diferentes paisajes (sociales, patrimoniales, económicos, etc.) como una categoría que permita diferenciarlos y protegerlos mediante la creación de normativas. Este observatorio tiene como modelo el que se implementa en Cataluña, España. Véase: http://www.catpaisatge.net/esp/.
  • 64
    Entendimiento de este término como aquel lugar que congregaba a las personas africanas o afrodescendientes, aunque podían congregarse otros sujetos socioculturales o étnicos, que fueron esclavizados y que encontraron allí un refugio para vivir en mejores condiciones.
  • 65
    El director de turismo de ese momento está haciendo alusión a la Capilla de los Negros.
  • 66
    Entrevista 46, vecino de Capilla del Señor, 2013
  • 67
    Pérez Winter, Op. Cit. Sin embargo, también hay autores que hacen referencia a la “lengua bozal” que se pudo transmitir por generaciones que es una manera peculiar que tenían las personas esclavizadas que aprendieron el español con el uso del bozal, que además de ser un hecho aberrante, les limitaba la expresión oral del habla, entre otras cosas. Cirio, 2015.
  • 68
    El Monitor de la Campaña, 2014, p.10.
  • 69
    Trouillot, op. cit.
  • 70
    Moreno, 2009.
  • 71
    Hall, 2010.

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    17 Mayo 2024
  • Fecha del número
    2024

Histórico

  • Recibido
    25 Jul 2023
  • Acepto
    22 Nov 2023
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